Entrevista: Dani Alda, fotografía de boda desde Costa Rica.
Hay fotógrafos de boda que presumen de no seguir el trabajo de “otros”. Yo soy de los que les gusta buscar, disfrutar y hacerme preguntas al visualizar el trabajo de otros compañero. Creo que es algo necesario para avanzar, buscar inspiracíon y nuevos recursos, por encima de modas y prejuicios. Así mismo me sirve para crear vínculos personales basados en la humildad, el respeto mutuo y la admiración. Creo en aquello de que das lo que recibes.
Dani Alda es uno de esos fotógrafos a los que sigo hace tiempo. No recuerdo cómo llegué a toparme con él. Sin embargo me llamó la atención por su variedad de recursos, su frescura. Consigue que cada pareja tenga su propia personalidad, plasmado en sus fotografías, algo que resulta realmente complicado.
Lo mejor será que él mismo nos cuente algo de su historia.
1.Cuéntanos algo sobre tus primeros pasos en la fotografía. ¿Cómo llega a tus manos tu primera cámara?
Hola Javier! Antes de nada quisiera darte las gracias por esta entrevista y querer conocer más de mí además de por tus palabras. Para mí es un placer y un honor contarte sobre mi vida y experiencias en el mundo de la fotografía.
La primera vez que tuve una cámara fotográfica en mis manos fue allá por el año 1990. En aquel momento tenía sólo 10 años, mis padres viajaban mucho así que mi hermana y yo tuvimos la suerte de acompañarles en prácticamente todas sus aventuras por el mundo. En uno de esos viajes le insistí a mi madre para que me dejara tomar una fotografía de los tres y tras mucho insistir (ya se sabe como se pone uno cuando se trata de prestar equipo jeje), al final mi madre me dejó tomar la fotografía. Por supuesto en modo automático, así que tan sólo tuve que apretar un botón y tratar de enfocar lo mejor posible (ya que el enfoque sí era manual). Pero algo hizo click en mí, aquello de pasar el carrete y ver a través del visor me enganchó, aparte claro de la emoción de esperar una semana hasta ver los resultados!. Así que cada vez con más frecuencia en los viajes le pedía la cámara a mi madre (ya que ella era la encargada de hacer todas las fotografías) para poder hacer mis propias tomas. La cámara era una Minolta X-300 y pese a que mi madre era una simple aficionada, me inculcó desde muy pequeño ese gusto por fotografiar. Por supuesto a día de hoy la cámara forma parte de mi equipo y la conservo en perfecto estado 😉
2. ¿Por qué eliges la fotografía de boda como profesión?
Tenía 22 años cuando decidí estudiar una carrera relacionada con la imagen y lo artístico. Antes de eso había trabajado en montones de cosas diferentes y había empezado la carrera de Económicas sin llegar a terminarla. Las matemáticas no son para nada lo mío… Después de una buena fiesta y tener que levantarme el día siguiente a las seis de la mañana para trabajar con la consiguiente resaca me dije: “Los años de estudio son los mejores en días así uno puede faltar y no pasa nada jajaja”. Es cierto que lo pensé, pero en realidad no quería perder la oportunidad de estudiar y vivir esa etapa de la vida que creo que debe tenerse, así que pedí ayuda a mis padres, ya que en aquellos momentos casi todas las escuelas que daban la carrera de cine eran escuelas privadas, para poder estudiar algo que realmente me apasionaba.
¿El porqué? Bueno, aún recuerdo muy bien como mi madre, para que me quedara tranquilo me ponía a ver los grandes clásicos del cine siendo yo apenas un niño. Lo normal hubiera sido dibujos animados pero ella tenía cientos de películas en Betamax y supongo que le parecería más didáctico, cosa que le agradezco hoy día. Aquello y recordar las sensaciones que me producía disparar aquella vieja Minolta es lo que me hizo decidirme por estudiar una carrera que quizás contaba con menos salidas profesionales pero a mí me hacía sentir bien.
En el año 2005 me licencié en Cinematografía y artes audiovisuales por la especialidad de cámaras y dirección de fotografía. Nada más salir de la escuela tuve mis primeros trabajos en series de TV como ayudante de cámara y posteriormente trabajé como técnico audiovisual en varias empresas de Madrid.
Un día en 2007 me surge la posibilidad de trabajar en el congreso de los diputados de Madrid como fotógrafo y de ahí (a través de la misma empresa) hacer bodas los fines de semana. Debo decir que nunca me planteé la fotografía de boda como profesión, más bien ella me encontró a mí, aunque al principio no tuvimos una muy buena relación. Después de ahí estuve un año más trabajando con empresas de audiovisuales y en el 2010 me decidí a crear Dani Alda y dedicarme a la fotografía.
3.¿Cuales fueron tus sensaciones en tu primera boda como profesional?
Mi primera boda como profesional fue estresante y agotadora, física y mentalmente. Trabajaba para gente muy exigente y protocolaria, que hacía bodas de gente bastante importante así que debíamos dar más del 200% como fotógrafos y personas. A veces ni tiempo para beber un vaso de agua tenía y en ocasiones estaba mal visto si lo hacía. Quizás era aquel mundillo lo que no me gustaba pero he de ser sincero y decir que los comienzos en la fotografía social no me resultaron nada gratificantes.
Quizás hoy día que la profesión y el mercado están tan desvirtuados mucha gente dirá que su primera boda fue mágica, que nació para ser fotógrafo de boda, pero yo mentiría si no dijera que ha sido un proceso a lo largo de los años lo que me ha llevado a amar esta profesión y a dedicarme 100% a ella.
4. ¿Sueles trabajar solo o acompañado de un segundo fotógrafo? ¿Cómo afrontas cada nueva boda?
Por norma general trabajo sólo en el 95% de las ocasiones. A través de la experiencia he aprendido a anticiparme a ciertos momentos y trabajar con dos cámaras para cubrir la boda de la forma más completa posible. Para bodas suelo trabajar con una Nikon D810, una D750 y cuatro ópticas (24, 35, 50 y 85mm), que voy variando en función de los momentos. Suelo moverme mucho por los distintos “escenarios” para tener siempre diferentes puntos de vista de todo, así que a veces un segundo fotógrafo e incluso otros profesionales como vidéografos suponen un problema a la hora de encuadrar más que una ayuda para obtener mejor material.
La verdad es que antes de una boda no suelo hacer nada particular. No tengo ningún tipo de ritual extraño jejeje. Suelo tener claros todos los momentos, cosas que vayan a ocurrir y fotos que haya que hacer porque me las ha pedido la pareja, pero el día de la boda me relajo y dejo que las cosas fluyan. Que sea la esencia de la pareja la que empape el evento y simplemente tratar de reflejarlo en las fotografías.
5. Actualmente existen varias tendencias o estilos en fotografía de boda. Lejos de encasillarte, ¿con cual te identificas?
La verdad es que no sigo mucho la actualidad respecto a tendencias o estilos y la mayoría de los fotógrafos a los que sigo y a veces me sirven de inspiración son de la vieja escuela y hacen un trabajo muy clásico. Más que buscar darle “x” estilo a mis fotografías lo que busco es crear los reportajes más completos para el cliente, tratando de que sus personalidades y esencia se reflejen en las imágenes.
Ahora mismo estoy haciendo reportajes más documentales buscando también momentos más de fotoperiodismo. Me siento cómodo con eso y es lo que me importa más allá de modas o tendencias, siempre claro con las opiniones positivas de los clientes respaldando el trabajo realizado.
6.La fotografía de boda en España presenta un panorama complicado. ¿Puedes hablarnos un poco por qué decidiste trasladar tu base de operaciones a un país como Costa Rica?
Sé por compañeros como está la cosa por España y bueno, es muy triste a todos los niveles. Como una profesión más la fotografía de boda se está resintiendo por la crisis pero al ser una profesión sin cierta regulación ahora mismo el mercado es un mar lleno de tiburones. Que yo decidiera venir a Costa Rica tuvo más que ver con un malestar social que por la situación económica. Ver todo lo que sucedía por el 2013 (cuando vine) y todo lo que sigue sucediendo me daba bastante rabia así que decidí hacer las maletas cuando conocí a Nacho Moran (www.nachomoran.com), un amigo de profesión y gran videógrafo/fotógrafo que me contó sobre su intención de probar suerte cruzando el charco. Cuando me di cuenta ya tenía un billete de avión comprado y la maleta hecha.
Como todo principio, cuesta, abrirse paso en un mercado diferente es aún más complicado pero casi dos años y medio después estoy contento de haber tomado la decisión.
7.¿Hasta dónde te gustaría llegar en esta apasionante profesión?
Bueno en realidad creo que viajar y no parar de trabajar para gente a la que le apasiona el trabajo de uno es un buen punto. Este año he viajado a Panamá y en Agosto lo haré a Mexico, en mayo tengo una sesión de compromiso en NY y en Julio regreso a España para hacer algún reportaje. Creo que es algo que me gustaría experimentar en los próximos años, fotografíar bodas internacionales. Después de ahí no pienso mucho en el futuro a largo plazo.
8.¿Sueles tener tiempo para otro tipo de fotografía más personal, por ejemplo, de naturaleza, en tu tiempo libre?
La verdad es que hace bastante dejé de tener el tiempo libre que me gustaría para dedicarlo a otros proyectos personales. Antes sí que tenía tiempo y ganas para salir un domingo a hacer otro tipo de fotografía, pero ahora el domingo que tengo libre prefiero dejar la cámara en la mochila y dedicarlo al ocio. La falta de tiempo está ligada al aumento del número de reportajes que estoy haciendo y eso es una gran noticia tras un primer año aquí de transición pero lo cierto es que me gustaría tener más tiempo para varios proyectos personales que no terminan de ver la luz.
9.Cuando la inspiracíon falla ¿de dónde obtienes los recursos para salir del paso? ¿Qué te inspira en la vida que aplicas a tu manera de disparar?
Sinceramente nunca me ha faltado inspiración en el momento de fotografiar. Cuando me encuentro inmerso en la dinámica de la boda simplemente me dejo llevar, disparo y compongo como me sale, sin pararme a pensar en como crear. Me ayuda mucho el no tener que decir a las parejas que hacer, ni cómo posar y si alguna vez lo hago es con pequeñas indicaciones, así que eso facilita mucho el concentrarse en disparar más que en crear. En cualquier caso si ocurriera un bloqueo supongo que lo mejor sería recordar aquel fotógrafo, cineasta o película que te inspira o te gusta para ver si se recupera la chispa.
10. A la hora de publicar el post de una boda en tu blog, ¿qué te cuesta más, la selección fotográfica o el texto que lo acompaña?
¡El texto! Siempre el texto. Ahí si que sufro bloqueos y falta de inspiración jejeje. Y es curioso, porque hace años escribía, incluso gané algún concurso de poca monta en el instituto jajaja. Pero hoy día soy bastante parco en palabras. Además, desde que hago la boda hasta que la publico en el blog hay veces que pasa bastante tiempo así que la posible inspiración que tuve ese día, tras varias semanas todo atisbo de iluminación narrativa ha desaparecido. Por otra parte a veces también me cuesta la selección de fotografías que formarán parte del post y es que a veces hay exceso de ellas y es complicado elegir.
11. ¿Crees que en un futuro habrá que reinventar el reportaje de boda como tal?
La verdad creo que no, que más bien lo que pasará es que retomaremos opciones o tendencias de épocas ya pasadas como la fotografía analógica (de hecho muchos fotógrafos lo hacen o han realizado reportajes puntuales). El posado más tradicional o la fotografía en blanco y negro.
Creo que es un poco como la moda, los pantalones de pitillo o de campana y las gafas de aviador entre otras cosas, tarde o temprano siempre vuelven…
Al final casi todo está inventado entonces las tendencias van y vuelven con el paso de los años.
12. Tu mejor y peor momento fotográficamente hablando.
Ahora mismo no recuerdo ninguna gran anécdota pero cada reportaje supongo es un éxito del que alegrarse. Que una pareja confíe en ti entre tanta oferta de fotógrafos es una alegría. Mi peor momento fue una diarrea tremenda y un virus horrible cinco minutos antes de empezar una boda. Ha sido de las peores cosas que me han pasado. Pude hacer la boda y la pareja quedó enamorada del trabajo realizado, pero no miento cuando digo que no tenías ni fuerzas para sujetar las cámaras…
13. ¿A qué te dedicarías profesionalmente si no hubieras encontrado la fotografía de boda?
Siempre me gustó la psicología y la historia, pero creo que si acabé renunciando a la economía era porque debía acabar en esta profesión al menos por una buena temporada. En cualquier caso siempre he sido muy inquieto, tal vez algún día acabo dedicándome a otra cosa que no tiene nada que ver con la fotografía. Para mí cualquier trabajo es sólo un medio para conseguir ciertas cosas.
Gracias por tu tiempo, Dani. Un placer conocerte y tenerte en mi blog.
Puedes seguir el trabajo de Dani Alda a través de su web: www.danialda.com
Preciosa entrevista, muy profesionales.
Gracias María, me alegra que te haya gustado!!