Me apetece dar el salto de la fotografía al video. De hecho, antes que la fotografía , estuvo el vídeo. Me explico.
Desde siempre, el mundo audiovisual ha llamado mi atención. El hecho de que mi adolescencia coincidiera con el boom del fenómeno videoclub me sirvió para amar el cine. Además me ilusionaba el hecho de poder grabar mis propias historias con una cámara doméstica que por aquel entonces estaba casi al alcance de cualquiera. Así que me puse manos a la obra y cuando conseguí ahorrar lo suficiente con mi primer trabajo me lancé a por mi primera videocámara de gama media. Se presentaba ante mi un nuevo mundo lleno de posibilidades. Comencé a grabar en casa, en viajes, rallyes y luego editaba como podía a medias entre el reproductor de vídeo y la propia videocámara. Aquello me enganchó, aunque duro menos de lo esperado ya que un buen día, imprudente de mi, me deje la cámara en el coche y los amigos de lo ajeno lo tuvieron claro.
He de reconocer que esto me frustró bastante y en aquel momento no podía hacerme rápidamente con otra videocámara, por lo que decidí dejar el tema aparcado.
Poco después pensé que no estaría mal aprender de verdad a utilizar la cámara reflex de película que tenía en casa y, tras varios intentos, obtuve una plaza en el instituto Valcárcel donde pude finalmente estudiar algo que de verdad me motivaba.
Al acabar, claro está, la fotografía se convirtió en mi principal motivación. El laboratorio químico precisa de tiempo y mi carácter perfeccionista hacía que pasara largas horas encerrado en el baño haciendo pruebas mientras buscaba la manera de trabajar como fotógrafo.
Tuve, además, algún coqueteo con el mundo del cortometraje. Un par de experiencias, la primera para olvidar y la segunda que, aunque curramos de lo lindo, me dejó un buen sabor de boca. Colaboré en iluminación y foto fija. Una gran aventura en la que, además de conocer gente a la que tengo gran aprecio a día de hoy, aprendí que detrás de cualquier producción hay muchas horas de esfuerzo, sacrificio e ilusión, entre otros.
Os dejo aquí el enlace por si le queréis echar un vistazo, los que no lo hayáis visto.
Años más tarde, con la irrupción del video integrado en las cámaras reflex digitales, que supuso toda una revolución, volvió a picarme el gusanillo y me hice con una Nikon D90 que permitía grabar video de calidad más que aceptable con la posibilidad de montar mis propias lentes que tenia para fotografía. Hice algún que otro trabajo como videoclips y comerciales. Y me volví a enganchar, poco a poco.
El hecho de empezar a viajar junto a mi mujer y grabar nuestras peripecias con nuestra Gopro me ha servido para perderle el miedo a la edición, que era algo a lo que aún no me había enfrentado, me daba pánico. El caso es que me fue enganchando y motivando a medida que iba consiguiendo resultados.
Tras años de experiencia como fotógrafo de boda creo que ha llegado el momento de enfrentarme a un nuevo reto: grabar vídeos de boda. No me planteo dejar la fotografía de boda, ni mucho menos, me encanta, pero si me apetece tomármelo como un complemento ya que con el vídeo puedes llegar mucho más al fondo de la propia pareja. Contar una historia sin una idea definida de lo que vas a obtener.
El avance de la tecnología ha puesto en nuestras manos cámaras reflex capaces de grabar, ahora si, material de alta calidad y pienso que es una buena oportunidad para intentarlo. Ello sumado al hecho de haber trabajado con diversidad de operadores de video en multitud de bodas, en las que he visto gente muy profesional y otro tipo de gente menos capaz que me han hecho pensar aquello de…si este es capaz..por qué yo no?
Cierto es que siempre hay un pequeño pique entre fotógrafo y videógrafo. Tengo que reconocer que me meto en plano más de lo que a algunos les gustaría…ahora que me pongo al otro lado procuro tener más cuidado.
En mi caso tengo que dar gracias a muchos compañeros que están ahí apoyándome y de los que intento aprender cada día.
En definitiva, ganas , un poco de formación ,interés por aprender, tiempo para visionar otros trabajos, además de algunos accesorios es lo que se necesita para dar el salto de la fotografía de boda a la videografía de boda.
Sin duda, merecerá la pena.