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La boda de un fotógrafo de bodas

Ahora que todo ha pasado, que sólo queda un bonito recuerdo, llegó el momento. Tras unos meses intensos de preparativos, trabajo y sobre todo mucha ilusión os voy a hablar sobre cómo ha sido la boda de un fotógrafo de bodas.
Los meses de preparativos, que parecen no tener fin, ya que siempre aparece algún detalle que habíamos pasado por alto que requiere atención, es algo que no te imaginas hasta que te sumerges en tu propia boda.

El hecho de haber fotografiado unas cuantas bodas hace que afrontes la situación con cierta ventaja. He sido testigo de bodas en las que los novios al final parecen no haber disfrutado todo lo que imaginaban, cuando éste y no otro debería ser el principal motivo de una boda.
Salones de boda en los que todo son prisas, bodas en las que los novios preparan multitud de actividades sin espacios entre sí,  grandes bodas en las que todo se descontrola y miles de situaciones que acaban generando estrés a los protagonistas y sus invitados.
Simplificar. Disfrutar de cada momento, de principio a fin, de cada abrazo, cada lágrima y cada beso. Esa es la esencia. Vivir las emociones y olvidarte de todo lo demás, incluido de tu fotógrafo.

Así pues, nuestro planteamiento fue el de compartir un bonito momento de nuestras vidas con la gente que más apreciamos, para tener una fiesta con un buen recuerdo. Elegimos el lugar adecuado, que además nos dio toda la libertad posible para personalizar nuestra fiesta, sin prisas ni agobios.
Lo mejor es que en ningún momento me preocuparon las fotografías! Claro que, jugaba con ventaja, ya que tuve a mi lado a dos compañeros y amigos a los que aprecio mucho tanto profesional como personalmente, de los que he aprendido mucho también, Diego Vega y Antonio Espadas, que nos acompañaron durante todo el día y han puesto su granito de arena en nuestra historia familiar.
A nivel personal el hecho de ponerte al otro lado de la cámara es toda una experiencia, si bien ya lo había comprobado en el preboda que hicimos en Rascafría en el que disfrutamos de lo lindo con Diego. No se trata de posar, ni de ser fotogénic@, sino de transmitir lo que sientes hacia la otra persona para que el fotógrafo/ videógrafo pueda reflejarlo en su trabajo. Si pones de tu parte la mitad del trabajo está hecho.
Por un lado me encontraba relajado, disfrutando del momento, con mi mujer y al mismo tiempo aprendiendo cosas y comparando cómo afrontaría yo las distintas situaciones. Aprendiendo, como siempre.
Es importante tener a tu lado ese dia un equipo en el que confías ya que vas a pasar muchas horas junto a ellos y el hecho de tener cierta afinidad realmente les facilita el trabajo y hace que todo fluya como es debido y te despreocupes.
Las fotos al final, salen solas y te ocupas de disfrutar, que es de lo que se trata.

Quiero dar las gracias a tod@s los familiares y amigos que compartieron este día tan especial con nosotros y a mis dos machaquis, Diego Vega y Antonio Espadas a los que tuvimos currando para nosotros todo el dia, lo pasamos genial con vosotros, sin duda os recomendaremos :-p y por supuesto a Sheyla, mi mujer, de la que estoy muy orgulloso.

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